SISTEMA DIÉDRICO

Síntesis del Sistema diédrico

Unidad 8

M.C. ESCHER (1898-1972). «Ascendiendo y descendiendo», 1960.
En esta litografía todo es correcto hasta que llegamos a la escalera infinita de la última planta, donde dos filas de monjes suben y bajan en un bucle infinito.

AXONOMETRÍAS EN LAS ILUSIONES ÓPTICAS

El pintor holandés M.C. Escher dio a conocer en 1960 la litografía titulada “Ascendiendo y descendiendo” que puedes observar al pie de estas líneas.
Esta obra está claramente inspirada en una desconcertante ilusión óptica, cuya imagen te presentamos acompañando la obra anterior, creada por el genetista y matemático inglés L.S. Penrose y su hijo (el físico y matemático R. Penrose) publicada en 1958 bajo el título «Impossible Objects: A Special Type of Visual Illusion» en una reconocida revista de psicología británica. En esta sencilla figura todos los planos son paralelos a los planos coordenados (isométricos) y todas las aristas se presentan paralelas a los ejes.
Con esta premisa se pueden construir múltiples perspectivas de objetos reales que producen una desconcertante ilusión de planos superpuestos

TODO ES CUESTIÓN DE PERSPECTIVA



La imagen muestra la escalera tal cual la dibuja
Penrose aprovechando la perspectiva axonométrica al detalle.

La imagen muestra que pasaría si giramos la planta antes de construir la misma perspectiva rompiendo el truco visual.

 M.C. ESCHER (1898-1972).

Escher creó muchas ilusiones ópticas con un excelente dominio de la geometría, la óptica y la perspectiva. A lo largo de su vida, creó multitud de grabados y dibujos que juegan con  los sistemas de representación. Figuras imposibles, fabulosas transformaciones en mosaicos y mundos imaginarios que desafían las leyes de la perspectiva son algunas de sus señas de identidad.

LA ILUSIÓN ÓPTICA EN EL DIBUJO

Las perspectivas (y la geometría en general) son grandes herramientas para confundir la visión humana tridimensional aprovechando el paso al plano del papel en dos dimensiones. Pequeñas líneas que no terminan donde deben, formas y colores que se asemejan (pero no son realmente iguales) o se superponen engañando nuestra mente y, sobretodo, el juego con ideas preconcebidas, en los que pensamos que vemos algo que debería estar ahí o ser de una manera y no lo es.

Esa es la premisa de algunas de las mejores obras de ESCHER, donde el punto del vista del observador está cuidadosamente elegido para mostrar lo que el artista quiere que veamos y no lo que realmente existe; logrando sorprender al espectador con enigmáticos puzzles visuales de, aparentemente, imposible creación.