Como ya sabemos, todo proyecto nace de una necesidad. Se orienta pues, a la consecución de un resultado dentro de un plazo de tiempo limitado, con un principio y un fin que determinan el alcance y los recursos.
Atendiendo al objetivo que se persigue, se pueden distinguir varios tipos de proyectos técnicos:
Plano esquemático de iluminación de una vivienda.
Proyectos de Construcción
(casas, perspectivas de edificaciones, fachadas, urbanizaciones, etc.).
Proyectos de productos: (piezas mecánicas, herramientas, dispositivos, etc.).
Proyectos de instalaciones: (eléctricas, agua potable, gas, climatización, etc.).
Proyectos de procesos industriales: (de operaciones, transporte, etc.).
Si bien las fases de boceto y croquis son estrictamente gráficas, en el proyecto técnico se incluye asimismo documentación descriptiva y justificativa.
Los documentos que se incluyen habitualmente en un proyecto pueden ser agrupados en cuatro apartados principales:
Memoria Relata detalladamente el contenido del proyecto. Se dedican distintos apartados al objetivo que se pretende resolver, al comentario sobre soluciones alternativas, a la justificación de la solución adoptada y a su descripción detallada, a las especificaciones técnicas o normativas que se deben cumplir y a las propuestas de procedimiento de trabajo y plazos hasta su ejecución definitiva.
Planos: Conjunto de dibujos que permiten describir el objeto, de forma que cualquier profesional entendido pueda ser capaz de construirlo y los detallamos en el epígrafe anterior.
Prescripciones técnicas: Donde se recogen las características de los materiales y de los procesos de ejecución para conseguir un producto de calidad.
Presupuesto El plan financiero estimado para llevar a cabo el proyecto. En él se recoge una estimación del gasto económico que conlleva la realización del producto y debe incluir de la forma más detallada posible todos los costes del mismo.