DOCUMENTACIÓN Y PROYECTOS
Unidad 10
Desde que surge una necesidad hasta que se fabrica el producto que lo resuelve hay un proceso de diseño. Es el recorrido desde que se tiene la idea, se va avanzando en su forma, en su viabilidad técnica, en su posible proceso de fabricación, en las alternativas similares, en su coste económico,… hasta que se define completamente el modelo para acometer su fabricación.
Es un trabajo de exigencia mental que se va apoyando sobre distintos soportes: papel, herramientas informáticas, maquetas...
Desde el momento inicial hasta lograr el objetivo final, se sucede una serie de fases que, en muchos casos, son recurrentes. Se avanza y retrocede de manera continua reajustando, probando, verificando… hasta llegar a un resultado óptimo.
A lo largo de todo ese camino, la comunicación se realiza de manera gráfica, en lo que constituye un auténtico lenguaje, que el técnico debe dominar en profundidad para entender y hacerse entender en un mundo tecnológico. Las ideas van surgiendo en la cabeza del diseñador y para transmitirlas no es suficiente con el lenguaje hablado. La expresión gráfica pasa a ser imprescindible, porque permite una comunicación visual muy fidedigna y muy directa.
En el boceto se dibujan varias pruebas que se valoran y descartan hasta lograr una idea sólida y con sentido que de viabilidad al proyecto
Cuando empezamos a trabajar sobre una idea, los bocetos son los primeros dibujos que se hacen. Son aproximados, sin grandes detalles y sin seguir ninguna norma. Se utilizan para representar de forma esquemática, sencilla y rápida distintas soluciones iniciales y ensayar varias posibilidades formales, hasta llegar a concretar lo que será el diseño. El cual se desarrollará posteriormente de forma más compleja y precisa. Los bocetos son dibujos rápidos a mano alzada, es decir, se efectúan a pulso sin más ayuda que un lápiz, papel y una goma de borrar. Y, al dibujarlos, se deben tener en cuenta dos características básicas en este tipo de dibujos:
• Ser claro. No debe contener detalles innecesarios.
• Estar proporcionado. Debe existir relación entre las dimensiones del dibujo y las del objeto real a diseñar.
Antes de empezar a dibujar un objeto, se considera el conjunto como descompuesto en partes más sencillas, entre las que se considera su relación. Todo boceto se inicia trazando de manera suave las líneas que representan las formas básicas. Son las líneas de referencia: rectas, circunferencias, arcos, elipses, etc.
Una vez tenemos las ideas más definidas, del boceto pasamos al croquis; que también se trata de un dibujo a mano alzada, pero contiene información más precisa y detallada sobre las medidas reales del objeto que se representa y la forma del mismo.
Puede ir acompañado de cotas, de texto aclaratorio, o incluso de una perspectiva para facilitar su comprensión. Es una fase de toma de decisiones y de análisis de la viabilidad de las ideas que han ido surgiendo en el proceso de diseño.
Requiere mayor precisión y claridad, cuidándose especialmente las proporciones entre sus partes. Por ello es aconsejable comenzar el croquis encerrando la pieza dentro de líneas maestras tenues y finas, que formen figuras geométricas simples, como cubos, prismas, cilindros, etc.
Después de la fase de croquización, se suele generar un modelado (o prototipo virtual) que se utiliza para los primeros análisis de sus posibilidades de funcionamiento. En esta fase la tecnología CAD (Computer Aided Design) permite, no solamente la confección de planos, sino la modelización tridimensional de los diseños, haciendo en muchos casos inmediata la construcción de prototipos. Se permite asimismo, una vez confeccionado el modelo geométrico, simular su comportamiento, su proceso de fabricación, etc., y a la larga, reducir el tiempo del proceso total de diseño y producción.